Una antigua casa del barrio patrimonial de prado centro, en la cual desde años un grupo de incansables guerreros del arte luchan cuerpos y alma para edificar una torre de cultura y arte, inquebrantable frente a los asaltos de los demonios mercantiles. «Prado para el arte o el arte para Prado», una bandeja flotando en el aire, viva como una llama en el cielo contaminado de la ciudad. Si no conocen a la casa Plazarte – aunque les suena y resuena este nombre, no esperen más para conocerlo ! Tras esos muros seculares, cuántas maravillas : talleres, conciertos, recitales y exposiciones.
Una joya arquitectónica del barrio Prado de Medellín es sede de un modelo de resistencia jurídica por el patrimonio, un lugar que genera líneas de desarrollo de la economía del arte, y a la vez residencia artística, sala de cine de autor y centro de apropiación social. Se llama Plazarte, y fue fundado en 2008 por Mirtha Lucía Burbano, Mauricio Benavides, Julián Vásquez y un puñado de artistas.
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Es uno de los proyectos del colectivo Taller Sitio, que lleva 15 años investigando prácticas para la generación de modelos habitables desde el arte, de bienes que pueden ser inmuebles patrimoniales o no y que dinamicen los territorios. Taller Sitio se ha desarrollado desde 2000 como espacio de creación, y desde 2008 asumió Plazarte, un espacio más grande, para recuperar la memoria artística y patrimonial de Medellín.
El modelo arquitectónico de Plazarte dicta cómo habitarla. Señala Mirtha Lucía que el centro desarrolla tres líneas de acción: galería independiente, con cuatro formatos de participación para las exposiciones; residencia artística de intercambio cultural, nacional e internacional (inició en 2010), y una plataforma artística y cultural que maneja los ocho patios de Plazarte, que sirven como auditorios, ensayaderos y lugares de creación e intercambio.
“Lo más importante de Plazarte es un desarrollo jurídico y constitucional para la recuperación del Prado”, dice Mirtha Lucía. “La investigación para el desarrollo económico independiente es otro pilar, con modelos de intercambio, convenios y asociaciones”.
El colectivo trabaja en la activación de una plataforma de negocios con el Estado, la empresa privada, las comunidades, que le permita un desarrollo financiero.
“Plazarte, como bien de interés cultural, con su gestión jurídica para la apertura, la protección y la dinamización de bienes de interés cultural, es un ejemplo para replicar”, afirma la líder del proyecto. “Estamos construyendo el cómo tomarse la protección del Prado, dinamizarlo de forma independiente, sin ser carga para el Estado. Creando un barrio de arte productivo, con negocios de prestigio, generados por la cultura y para el rescate de la memoria de una plataforma abierta a la comunidad que queremos sea no solo de sus habitantes sino de Medellín”.
Con información de: Cultura Urbana.