Medellín podría convertirse en una ‘ecociudad’

Para este cuatrienio, la nueva alcaldía busca posicionar un nuevo término: ‘ecociudad’. Palabra reiterativa en los discursos del alcalde Daniel Quintero y en sus funcionarios y que hace parte de una de las cinco líneas del Plan de Desarrollo Medellín Futuro 2020-2023, que está siendo objeto de debate por el concejo municipal.

En su presentación, el secretario de Movilidad de Medellín, Carlos Cadena Gaitán, definió este concepto como “una ciudad que promueve acciones para un crecimiento sostenible, que protege sus recursos naturales y que integra sus territorios urbano y rural”.

Aplicado a la capital antioqueña, esta visión futurista le apuesta a aumentar el espacio público por habitante, el número de árboles en zonas urbanas, al manejo eficiente e inteligente de los residuos sólidos, la masificación de los vehículos eléctricos y de gas, así como la protección de la biodiversidad.

Para lograrlo, la administración Quintero propone un presupuesto de 4,48 billones de pesos (el 21,5 por ciento del total del Plan de Desarrollo), de los cuales, el 43 por ciento irá destinado a movilidad sostenible inteligente, el 29 por ciento a proyectos de urbanismo ecológico, el 23 por ciento a garantizar servicios públicos, energías alternativas y gestión de residuos sólidos; el 4 por ciento para la conservación y protección de todas las formas de vida y el uno por ciento restante irá para planes de corregimientos y desarrollo rural.

Una ciudad que promueve acciones para un crecimiento sostenible, que protege sus recursos naturales y que integra sus territorios urbano y rural

Para comenzar a implementar las semillas de lo que será la ecociudad, esta alcaldía definió siete proyectos estratégicos: densificación y renovación urbana, Estudios de la nueva línea del metro subterránea, el Metro de la 80, Movilidad eléctrica, Observatorio y refugio de vida silvestre, Parques del Norte y la ciclorruta norte-sur.

Con estos proyectos, la ciudad quiere pasar de uno a cuatro por ciento en sus viajes en bicicleta (de 61.842 a 245.269 viajes por día), que más del 98 por ciento de los habitantes tengan acceso a servicios públicos (hoy lo tienen casi el 95 por ciento), que la flota de buses eléctricos aumente de 65 a 130. También se pretende preservar 3.000 hectáreas de áreas estratégicas, aumentar de 3,7 a 6,1 metros cuadrados de espacio público efectivo por habitante, aprovechar 52.000 toneladas de residuos sólidos al año, pasar de 105 a 145 kilómetros de ciclorrutas y evitar 7.446 toneladas al año de CO2 al año y 0,179 toneladas anuales de material particulado PM 2.5.

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