Se acerca el final del año y uno de los dolores de cabeza para los propietarios de mascotas es la pólvora y los efectos de miedo, angustia y ansiedad que este ruido genera en los animales.
El veterinario Julio Aguirre explica: “los animales con la pólvora se asustan, por eso se esconden, presentan salivación, temblores, huyen, orinan o defecan, también hacen vocalizaciones o sonidos particulares, se lamen de forma excesiva y hasta pierden el apetito”.
Los perros, por ejemplo, pueden detectar sonidos débiles a una mayor distancia que los humanos (hasta 7 veces). “Esta gran sensibilidad los obliga a ignorar gran cantidad de sonidos para disminuir su estrés o ansiedad”, comenta Aguirre y complementa Andrés Valencia, zootecnista, adiestrador canino y Magister en Etología en formación, “si a nosotros nos incomoda el sonido de la pólvora, imagínese cómo lo sentirá un perro cuyo oído es 7 veces más desarrollado que el nuestro”.
En los gatos, el oído es el segundo sentido más desarrollado, “y de ahí la importancia de evitarles padecer ruidos excesivos. El gato tiene un oído mucho más agudo que los perros es por esto que suelen esconderse inmediatamente cuando perciben un sonido estridente”, confirma Aguirre.
Los especialistas aseguran que por lo general, las personas dejan todo para última hora,sin embargo afirman que este es el momento preciso para empezar con un tratamiento para que perros y gatos no sufran con la pólvora.
Consejos de los especialistas
1. Hacer una terapia con sonidos y ruidos, estos se pueden descargar de internet y la idea es empezarlo a reproducir de un tono bajo a un tono más alto, progresivamente y todos los días aumentar la intensidad, de 20 a 30 minutos diarios para ir “acostumbrando” al animal a los ruidos.
2. Complementar esa terapia con flores de Bach, estas ayudan a superar esos inconvenientes emocionales de las mascotas. Las gotas se aplican en el agua del animal de acuerdo al peso, una vez al día. Lo ideal es que consultar con un veterinario porque no todos los animales reaccionan igual ante un medicamento. “Estas gotas trabajan bajando los niveles de dopamina, que genera miedo, estrés y ansiedad y aumenta los niveles de serotonina que trabaja la calma, la tranquilidad y la alegría”, confirma Valencia.
3. Hay también en el mercado unos chalecos anti estrés especiales que se utilizan en estos casos, “la función que cumplen es proteger al perro porque se siente como si estuviera en el útero de la madre, yo se lo pongo a uno de mis perros en época navideña cuando hay mucha pólvora y veo que se tranquiliza y complemento con las flores de Bach”, afirma Valencia.
4. Los especialistas aseguran que productos como la valeriana o algunos anestésicos que la gente usa en época navideña para las mascotas no sirven, “lo que hacen ese tipo de productos es sedar al perro pero en realidad no se está atacando el problema. El perro no se puede mover pero por dentro está consciente de lo que pasa y con mucho miedo”, concluye Valencia.
5. Ignorar a los cachorros cuando se asusten con algún ruido es otro consejo. Una mascota, de 2 a 5 meses de nacida, no siente miedo, lo que experimenta es el impacto de sonidos que desconocía. Felicitarlo, pero solo cuando haya pasado el ruido y esté tranquilo, hará que el animal supere este tipo de problemas. “Mientras suena la pólvora ignórelo, no le diga nada y simplemente observe su reacción para que sepa ver también cuando esté tranquilo y ahí si lo felicita, le hace fiesta, le da un premio”, afirma Valencia
Además, tenga en cuenta estas recomendaciones a la hora de escuchar pólvora junto a su mascota.
– No castigue, ni regañe, ni mucho menos encierre a la mascota cuando se asuste con el ruido de la pólvora. “Eso es malo para la salud mental del perro o gato”, dice el etólogo.
– Evite abrazar al animal tratando de calmarlo, esto puede generar un efecto contrario y reforzar el miedo.
– Ante la posibilidad de una huida, es necesario que tome precauciones para que el animal no se escape.
– Chip o collar de identificación. En Medellín se instalan chips de identificación de manera gratuita, así, si el animal se pierde y las autoridades o alguien lo encuentra será fácil identificar al propietario ya que las inspecciones de policía y la mayoría de veterinarias tienen lectores de chip.