Era jueves 30 de noviembre de 1995 cuando con el entonces presidente Ernesto Samper puso a caminar por la pasarela de sus rieles un vagón del metro de Medellín.
El Metro, como empresa, es una sociedad de la Alcaldía de Medellín que tiene el 50% y la Gobernación de Antioquia con la mitad restante.
Hablar de Medellín podrá ser para un sinónimo de flores, para otros de mujeres bellas o el Pueblito Paisa; para unos más la comuna 13, pero para todos el mejor símbolo de esta ciudad es el metro.
El metro de Medellín rueda de día y de noche hace 24 años transportando 1’500.000 pasajeros en cada jornada.
Son 10 líneas: hoy tiene trenes, cabinas del metrocable, buses y sobre todo usuarios orgullosos de transportarse en el único metro del país.
El metro es la columna vertebral de Medellín. Transporta enamorados, acerca empleados a sus trabajos y ayuda a construir el sueño de estudiar porque los muchachos llegan en metro a clase.
Como si fuera una estrella desfilando por la mejor pasarela que son sus rieles, el metro es el tesoro de los paisas, el protegido, el querido el que le infla el pecho a quienes lo usan hace 24 años.
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