Bosques de Medellín esperan caminantes

En las faldas del Cerro del Padre Amaya, en San Cristóbal, la quebrada La San Francisca desciende formando una caída de más de 30 metros. Se precipita en medio de un bosque húmedo que airea los pulmones y deleita los ojos y los oídos de los caminantes que se atreven a hacer el ascenso a uno de los bosques de Medellín.

La San Francisca es una las 15 microcuencas que abastecen acueductos veredales de Medellín, las cuales pueden ser visitadas por grupos de trabajadores de empresas, investigadores, escolares, universitarios y caminantes.

Con el fin de preservarlas y para despertar un sentido ecológico en los visitantes, la Secretaría de Medio Ambiente diseñó el programa “Guardabosques”. Arrancó en mayo a través de un contrato hecho con la Corporación Parque Arví. En total fueron nombrados 29 guardabosques que se encargan de vigilar y preservar los recursos hídricos, la fauna y la flota de 2.200 hectáreas de bosques protegidos que tiene Medellín.

A la Cascada, que es la caída más alta de las 8 que se han encontrado en las cuencas protegidas de la zona, se llega por la doble calzada al túnel Fernando Gómez Martínez y se entra por la vereda La Palma. En carro se puede subir hasta la finca el Moral (propiedad del Municipio desde 2008) donde 6 de los 29 guardabosques le harán una charla de sensibilización sobre los cuidados que hay que tener para poder acceder al bosque recuperado.

En el Moral los visitantes podrán decidir qué ruta recorrer, según su físico. Desde allí se accede, por caminos de herradura y senderos, a la mayoría de cuencas protegidas que están en las montañas occidentales de Medellín.

Esta ruta lleva al corregimiento San Antonio de Prado. En la caminata de tres horas se pueden observar los nacimientos de quebradas como La Doña María, La Picacha, La Altavista, Ana Díaz y La Guayabala. Otra ruta, más corta, conduce a la Cascada en el corazón de la finca el Moral que tiene 623 hectáreas.

En el trayecto a la Cascada, el caminante podrá observar aves y diversas especies de árboles. Tiene un humedal, donde se aprecian lagartijas, ranas y cucarachas de agua. El camino presenta claros desde donde se pueden tomar fotos panorámicas del norte y noroccidente de Medellín. Después de 45 minutos de trayecto se ve oculta entre la maleza y altas peñas la Cascada, donde termina este recorrido.

Diana Vásquez, una de las dos mujeres guardabosques de El Moral cuenta que fue seleccionada para este trabajo porque reside en la vereda La Palma y había trabajado con el acueducto La Acuarela, que se abastece de La San Francisca.

Visitas controladas

Álvaro Guzmán Cuervo, profesional universitario del Equipo de Ecosistemas y Biodiversidad de la Secretaría del Medio Ambiente, explicó que el Municipio ha venido comprando potreros desde 2008 en cumplimiento de la Ley 99 de 1993, que busca preservar el recurso hídrico que abastece acueductos veredales. Por este motivo, se decidió no destinar estos predios al ecoturismo y no se permiten baños en las cascadas ni fogatas ni acampar.

Por esta razón, el programa Guardabosques suministra los almuerzos, los refrigerios, el transporte desde el complejo La Alpujarra y cuenta con un seguro para los caminantes. Los grupos deben ser mínimo de 20 personas y máximo de 30.

El proyecto de Guardabosques tiene asignados $1.000 millones, para adecuar y señalizar los senderos, capacitación y salarios de los guardabosques y atención a los grupos visitantes.
Las cuencas en las que se pueden hacer los recorridos guiados son: En San Cristóbal están La San Francisca y La Iguaná; en San Antonio de Prado, Limona, Aguapante y Manguala; en Santa Elena, la Santa Elena y San Pedro; en Palmitas, La Miserenga, China, Frisolera y Volcana. En Altavista, están la Guayabala, Picacha, Buga y Ana Díaz.

Gracias a la transformación de los potreros comprados, están resurgiendo el bosque y en el caso de El Moral ya se detectó un pájaro, el “trepatroncos”, del que no se tenía reporte en Medellín desde hace 25 años, cuenta Guzmán.

Fernando Gómez, ingeniero forestal de la Reforestadora Integral de Antioquia (Ria) y coordinador técnico del proyecto Más Bosques para Medellín, dijo que están reforestando los potreros comprados por la Alcaldía, desde 2009, y lo han hecho con especies nativas para alturas entre los 1.500 y 2.200 metros.

La bióloga de Ria, Natalia Yepes, destacó que en El Moral han observado 117 especies de aves y en cámaras trampa instaladas en ese predio han observado felinos como tigrillos.

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Flor Ángela Muñoz, fundadora hace 22 años del grupo de caminantes Pasos, contó que, como el programa de Guardabosques apenas está arrancado, aún no han tenido oportunidad de hacer caminatas hacia los bosques del Municipio. Resaltó que el programa es ideal para Medellín donde este tipo de actividades están tomando mucha fuerza.

Esteban Ricardo, coordinador de los Guardabosques, dijo que, como el proyecto aún está en la etapa piloto, no tiene página web.

Los interesados pueden llamar cinco días antes del recorrido al teléfono 310 405 10 04. Los gurdabosques trabajan de lunes a sábado, pero los domingos laboran si se pacta un recorrido para ese día.

Los caminantes deben estar bien de salud, tener la cédula, usar antisolar y llevar buzo manga larga, pantalón, gorra y zapatos de suelas labradas. No se pueden arrojar basuras ni extraer especies de fauna y flora. La idea es disfrutar de los bosques para sembrar conciencia .

Con información de El Colombiano