El sombrero aguadeño ha persistido como el elemento distintivo de la indumentaria más típica y propia del paisa. Como una cédula de la arriería, junto con el carriel, las cotizas, el poncho y el machete.
Muchos se atribuyen en la región montañosa y cafetera, el desarrollo y elaboración de este sombrero. Sin importar su procedencia se puede decir que es un producto hecho con pasión, con una gran historia detrás de su manufactura.
SU ELABORACIÓN
hacer un sombrero aguadeño se maneja la tejeduría, sombrerería, carpintería, torneado y cestería, requiriendo materias primas como la iraca, maderas de nogal y cedro, así como semillas. Sus artesanos desarrollan técnicas tales como son los tejidos dobles, tejidos simples, entramados, armados, cortes, ensambles, cepillados, calados y esmerilados.
Este es un producto desarrollado por artesanos de Antioquia y de la región de Caldas, más exactamente en el municipio de Aguadas ubicado en el triangulo del café, este sombrero se le conoce también como aguadeño o sombrero paisa.
No hay medidas estándar para el sombrero aguadeño, y los hay desde modelos muy antiguos de copa muy alta, apreciados por coleccionistas, pues ya no se fabrican, hasta los de hoy día, que conservan sin embargo los rasgos originales, bien sean de ala corta o ala ancha. La horma o cuerpo es esencialmente blanca, y en la base exterior de la copa lleva invariablemente una cinta negra, constituyéndose casi en un uniforme.
Su blancura resulta de su fabricación a partir de la palma de Iraca; la fibra para su confección se extrae del ¨cogollo¨ de esta planta; la cual es la materia prima del sombrero antioqueño original y auténtico.
Historia
El origen de este sobrero coincide con el denominado posteriormente “Sombrero panamá” sombrero de paja toquilla, siendo este la versión local con ligerísimas modificaciones, fundamentalmente en el ancho del ala y el detalle de la base exterior de la copa que lleva invariablemente una cinta negra.
Esta industria del tejido manual de la fibra de iraca fue originalmente introducida del Ecuador, y se esparció por Colombia durante el primer decenio de la República en los departamentos de Caldas, Quindio, Risaralda, Antioquia, Huila y Santander, localizándose especialmente en algunas poblaciones como Aguadas, Santa Rosa de Cabal, Santa Fe de Antioquia, Sopetrán y Buriticá.
La colonización Antioqueña esparció como producto fundamental el cultivo del café por toda la región paisa colombiana, pero otra de las industrias que floreció fue el cultivo de la iraca, de donde resultó la industria del tejido manual del tradicional sombrero, industria que, a la postre, llegaría a incluirse como la primera actividad exportadora de Antioquia.