Así habla el Culebrero Paisa

“El culebrero es generalmente un paisa varado (desempleado) que según dicen fuera de Antioquia, es un tipo de acento raro, que se deja crecer el pelo y haciéndose pasar por indio o del extranjero, viste en forma extravagante, siempre lo acompaña dos cajas de cartón, una donde lleva un serpiente a la cual le saca el veneno según él, para preparar la Serpentolidia y otros brevajes, pócimas y bebedizos para curar toda clase de males.
Levanta tribuna en los mercados de cualquier pueblo colombiano o en el extranjero y haciendo alarde de su labia e imaginación empieza con la siguiente perorata.”

Sí señores, ¿cómo no? Aquí llegó el que les cura sus males con esmero, pongan pues mucho cuidado: para curar soy el primero.

Yo soy el inventor de andar parado, quien hizo de para arriba la pendiente, quien puso el occidente frente a oriente, y norte y sur los puso lado y lado.

Yo descubrí el dormirse uno acostado, que los ojos están bajo la frente, y comprobé varias veces que el agua de la fuente no calienta en fogones apagados.

Yo inventé los caminos en el suelo, y le puse el palito al caramelo, y fui el primero en dormir sin estar despierto. Yo fui el primero en saber que el agua es fría, que la noche no puede ser el día, y que no hay pupilas en ojo tuerto.

Yo soy el que ensarta señores por un hueco, ojal o rendija, roto, orificio o aguja, meto, entro o introduzco; miro veo y me rebusco, curo, alivio, receto y sano. Soy brujo curandero y cirujano.

Magia blanca, magia negra, hipnotizo novia y suegra, y leo el futuro en la planta de la mano, y que conste que no soy gitano.

Soy el brujo de Manzanares, primo hermano de Satanás, de curarlo soy capaz y si tiene algún maleficio, curar males del corazón y lepras es mi oficio sin ningún sacrificio.

Si sufre alguna traición venga donde este montañero, que no soy chicanero y lo curo de un jalón. Si se le infla la barriga y le duele hasta la cola, con una yerbita sola que yo le llamo llantén, cójamela usted muy temprano y ahí mismo me la machaca, se la hecha en la petaca y en diez días de diarrea le salen hasta icoteas y quedás bueno otra vez.

Hay hombres que se atortolan por el negocio caído, su mujer ya se le ha ido en busca de mas garantías, no deje la cosa fría como morcilla vieja. En ayunas miel de abejas con leche vas a tomar, y hasta se vuelve a parar un muerto de 30 días.

Si su niño es barrigón, olvídese de purgantes: cuélguele ajitos bastantes en la nuca del mocoso, embútale al legañoso paico por boca y nariz, y un costalado de lombrices bota por arte de magia, y si tiene solitaria, también la bota el mugroso.

Para usted borrar esas manchas, mi señora que le jodieron su cara, hay una receta rara que no la saben sino los indios. Coja un caracol molido, apachúrreme cuatro limones enteros y se me unta esta pomada y si no le sirve para nada, tiene que cambiarse el cuero, mi señora.

Para un amor esquivo, cójame la golondrina y arránquele el corazón: déselo en agua de limón. Y al retrato del infiel me le clava un alfiler en la mitad de la frente, y vera que de repente vendrá a pedirte perdón. Fúmese bien el tabaco, yo le vendo la oración.

Aquella mujer ingrata que con su ausencia te mata a garrotazos de olvido, ese amor arrepentido, vendrá lleno de ternura a llorarte con locura, y a besarte otra vez, si le rezas esta oración una y otra vez.

Cójame usted el palito del famoso cañaguate, con él si vas a curarte si sufrís de los riñones. ¿Y para esas picazones y amibas que qué tomás? Piña blanca me arreglás, con bastante ajo machacado y en un mes ya estas curada de la puntica de atrás.

Si su esposo mi señora es muy perro el vergajo, cójase un pelo debajo de los jarretes del pie, arránquele cayo usted y 3 pelos del sobaco, embútaselo al vergajo en un pocillo de cacao y ahí tiene usted al desgracio para donde usted lo voltié

Para vos señor que tenés la cabeza como un boliche, y te sentís como un viejo ceviche: un engüento te irás a echar, y bien bueno vos me vas a quedar. Sin cura en la mañana, Sin cura al medio día. Sin cura en la noche, Y si no le vale, sin cura para toda la vida, Viejo calbiche.

Bueno Señores y Señoras, Una pomada pa pedro, otra pa Toño y otra pa´ usted dama, caballero. Se va el culebrero, pero antes un billete en mi mano quiero ver, porque a mi esposa y a mis hijos tengo que mantener. Ungüento de mierda de gallinazo, y un clavito de escarabajo, con un poquitín de ajonjolí, recuerden todo esto señores, para que estén llenos de amores. El indio, culebrero, yerbatero del Eje Cafetero y de antioqueños descendientes, enamorador, trovador y bohemio, con carriel, poncho y sombrero.

Referencias:
www.angelfire.com

www.julianchocor.wordpress.com/

Deja una respuesta