Este es uno de los Mitos de más trascendencia entre nuestros campesinos Antioqueños quizás por las consecuencias que causaba su encuentro. Es espanto terriblemente horroroso, pues le faltaba la cabeza dándole un aspecto sepulcral y y maléfico.
Se teje la historia que fue un cura de alguna parroquia pueblerina, y en una de sus correrías por los campos evangelizando indios, éstos lo asesinaron para robarse los vasos sagrados con que oficiaba los santos sacramentos.Otras versiones dicen que este cura se robó los vasos sagrados, en una noche de Navidad mientras celebraba la Misa de Gallo, pues el párroco principal, aprovechando la presencia del nuevo cura, sacó una disculpa argumentado que tenía una confesión en el campo, pero solo era una artimaña para visitar una mujer joven y rica recién llegada a la parroquia. Dicen las malas lenguas que el cura superior, pasó la noche con esta mujer, y por causa de ello se robaron los vasos sagrados, por lo tanto, el cura sin cabeza no es quien cometió la falta de sacrilegio, si no el acto de lujuria. Desde entonces deambula por los caminos pidiendo justicia y reclamando que le sean devueltos sus ornamentos y custodias sagradas.
También le puede interesar: Conoce Sonsón, la joya histórica de Antioquia
Las víctimas más frecuentes eran los arrieros. En sus largas travesías con sus recuas de mulas se lo encontraban en cualquier recodo del camino. Veían venir un fraile o cura, de sotana negra y estola blanca, de estatura alta, pero le faltaba la cabeza. El arriero detenía el paso. El espanto se iba acercando y cuando estaba a unos diez metros de distancia desaparecía. El arriero sentía un frío paralizante. Luego continuaba su marcha y unos pasos más adelante miraba hacia atrás y esto lo dejaba perplejo, pues el cura había pasado y continuaba caminando.
Otros dicen que el cura llevaba la cabeza debajo del brazo envuelta en unas hojas sanguinolentas y amarrada con bejucos recogidos en el bosque. En algunos pueblos llega hasta sus calles al amanecer cuando no hay luna, las recorre y luego desaparece, pero hay de aquella persona que se lo encontrara, quedaba mudo, se paralizaba por mucho tiempo.