Al hablar de México uno no puede evitar pensar en la Riviera Maya y en la enorme metrópolis que es el Distrito Federal, una de las ciudades más grandes y pobladas del mundo, con sus más de 21 millones de habitantes. Pero el país azteca cuenta con innumerables reclamos turísticos. Uno de ellos es la ciudad de Mazatlán, universalmente conocida como la Perla del Pacífico.
Mazatlán es una ciudad costera que se encuentra al noroeste de México, en el estado de Sinaloa. Su puerto es uno de los más importantes de América Latina.
Los hoteles en mazatlan suelen están situados en la Zona Dorada, un lugar de la ciudad con mucha vida nocturna. Un poco más al sur es donde encontrarás el centro de la villa, área que recoge la mayor parte de los atractivos mazatlecos.
Rutas por Mazatlán
Un buen lugar para empezar la visita a la ciudad es el faro de Mazatlán. Se trata del faro natural más alto del mundo, situado en la cima del cerro del Crestón, al sur de la ciudad. En sus casi dos siglos de vida, esta construcción ha contribuido a la riqueza marítima de la ciudad. Bajo el faro hay una serie de grutas y cavernas que, según las leyendas populares, están llenas de tesoros.
En el puerto, principal motor de la ciudad, se encuentra la Virgen de la Puntilla, una imagen mariana que evita que los huracanes lleguen a Mazatlán o, al menos, es lo que afirman los lugareños. Muchos marinos acuden a rezar frente a ella y a hacerle ofrendas para que les proteja en sus salidas al océano.
Deambular y perderse por las calles del Cerro del Vigía, barrio que ocupa la zona sur de la urbe, es de obligado cumplimiento. Durante el paseo, el visitante podrá observar los las mansiones coloniales y disfrutar de un inmejorable atardecer desde el Mirador de Mazatlán. Tómate el tiempo necesario para apreciar las azules aguas del Pacífico, capaces de apaciguar los espíritus más agitados.
Desde Cerro del Vigía dirígete hacia el norte de la ciudad por el malecón. Es, con 21 kilómetros de longitud, el segundo má largo del mundo. Para recorrerlo puedes optar por caminar o alquilar una bicicleta. Este maravilloso paseo a orillas del Pacífico es muy frecuentado por turistas, lugareños, patinadores, ciclistas… El recorrido está salpicado por varias estatuas conmemorativas, una de ellas es el Monumento al Pescador, aunque los locales la conocen con los Monos Bichis. Durante el paseo es más que probable que te cruces con una banda de música local, las tamboras. Estas agrupaciones son parte del folclore mazatleco. En la glorieta Sánchez Taboada, los clavadistas se arrojan al agua para deleite de los viandantes. Si te cansas, siempre puedes coger uno de los pulmonías, los medios de transporte típicos de Mazatlán.
Después de salir bien temprano de tu hotel en mazatlan, ve hacia el centro y desayuna en el restaurante Panamá, otro de los símbolos de la ciudad. Comenzó siendo una pastelería, pero, a día de hoy, sirve combinaciones, platos con los que obtendrás toda la energía necesaria para recorrer la ciudad de arriba a abajo.
Enfrente de Panamá está la catedral de Mazatlán, que recibe el nombre de Basílica de la Inmaculada Concepción. Este templo fue construido con una mezcla de estilos arquitectónicos que incluyen el barroco, el neogótico y el neoclásico. Toda una rareza.
A la espalda de la catedral se halla el mercado José María Pino Suárez, un lugar estupendo para empaparse de la vida local y donde poder refrescarse con aguas de sabores.
Un poco más al norte, a cinco minutos del mercado, está la plazuela Zaragoza, de cuidados jardines y árboles frondosos. En su kiosko central se celebran, a menudo, torneos de ajedrez y dominó. Fue construida en 1954 en honor al general republicano Ignacio Zaragoza.
Pero si hablamos de plazas, la más importante de todas es la plazuela Machado. Fue construida en 1837 gracias al desembolso económico realizado por un rico comerciante de plata, telas y perlas: Juan Nepomuceno Machado. La plaza está rodeada de edificios históricos emblemáticos. Donde se hallan los Arcos de Cannobio hubo una botica donde se dice que vendían el elixir de la juventud. La plaza es uno de los centros sociales y culturales de la ciudad. Los fines de semana se monta un mercado de artesanía local y hay actuaciones de música en vivo. No faltan los restaurantes donde poder degustar platos locales e internacionales. Es en esta plaza donde se encuentra el teatro Ángela Peralta. El edificio fue declarado Patrimonio Histórico de la Nación en 1990. La cantante mexicana de ópera, Ángela Peralta, dio nombre a esta construcción a pesar de no haber cantado nunca en la ciudad sinaolense. La soprano murió en Mazatlán el 30 de agosto de 1883.
Por supuesto, que en este viaje no puede faltar los mejores platillos del lugar. Dos destacan por encima del resto: el aguachile de camaróny el pescado zarandeado. Los pescados y mariscos de primera calidad que hay en Mazatlán, se hacen notar en la gastronomía de la Perla del Pacífico.