Se ha abierto un abanico de posibilidades después de la guerra. De repente se levantaron ante nuestros ojos paisajes nunca antes vistos, personas olvidas que hoy cuentan su historia.
Antioquia, como toda Colombia, está viviendo una transformación luego de que se firmaran los acuerdos de paz y las dinámicas pueblerinas cambiaran: si bien el miedo todavía se asoma con cautela y todos los lugareños miran el futuro con un poco de escepticismo, los nuevos tiempos nos permiten redescrubrir lugares que antes yacían escondidos tras un velo de dolor.
El programa que adelanta Fontur junto con la Gobernación de Antioquia, a permitido darle vida a 40 productos turísticos nuevos. 40 lugares que están ansiosos por recibir visitantes: Mutatá, Caucasia, Urabá, son algunos de los municipios beneficiados que han recibido una inversión cercana a los 315 millones de pesos con la firme intención de que se abran al mundo y salgan del ostracismo.
Actividades para todos los gustos: arte, historia, aventura, música, gastronomía. Antioquia cuenta con todo lo necesario para transformarse en un destino turístico ecléctico, que reúna en una sola región múltiples aventuras para visitantes y residentes.
En poco tiempo podremos disfrutar de lugares inexplorados para la mayoría de nosotros. Preparemos para una avalancha de nuevos destinos que pondrán en nuestro calendario aventuras interrumpidas por las coyunturas políticas. La promesa: disfrutarnos y no volver a hacernos daño, ojalá para siempre.