Hablar de Jericó no es solo referirse al turismo religioso. El municipio del suroeste antioqueño también ofrece una variada gastronomía para todos los gustos. Es por ello que Turibús y Turismo Jericó, respaldados por la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), desarrollan la iniciativa ‘Jericó tiene sabor’, con la que buscan encantar a habitantes y visitantes.
La idea se sustenta en que el municipio es hoy catalogado como uno de los destinos imprescindibles en el país. Su gastronomía no se queda atrás, es una de las más apetecidas del departamento. Sus sabores, que van de lo dulce a lo ácido y de lo picante a lo simple, permiten crear recetas dignas de figurar en grandes libros de culinaria. El recorrido, que busca mostrar la conjugación de la sazón antioqueña con lo gourmet, empieza en el Parque El Poblado de Medellín. De allí y en uno de los turibuses se emprende el viaje hacia el suroeste, por la vía a Bolombolo.
La primera parada se realiza en La Mayoría de San Juan, un restaurante ubicado en el sector de Peñalisa. Allí, un desayuno con arepas de maíz hechas a mano, quesito, huevos y un chocolate preparado con ‘aguapanela’, anticipan al viajero para un encuentro con los sabores locales.
Desde este lugar, toma por lo menos una hora más por carretera llegar a Jericó. Una vez en el pueblo, se visitan algunos de los sitios icónicos y se almuerza en uno de los cinco restaurantes adscritos al tour, como La Ceiba, El Mesón del Poeta, La Gruta, Bambú o Tomatitos. En este último, en el parque principal y al lado de la catedral, el almuerzo consiste en un plato colombiano maridado con vinos seleccionados especialmente para resaltar las notas de sabor del plato fuerte.
La experiencia empieza con un plátano aborrajado como entrada, seguido de un plato de tres tiempos, en el que el protagonista es una tilapia cubierta con una capa de yuca en salsa de maracuyá, acompañada de un puré de papa con crotones de ajo y una ensalada de lechuga y zanahoria revestida con una capa de aguacate. A continuación, se sirven un postre de gulupa, fruta típica de las montañas de la región, y un tinto elaborado con un café artesanal llamado ‘Las Nubes, Café de Altura’. El recorrido se ameniza con una visita a la cafetería y panadería La Ceiba para disfrutar de un refrigerio con dulces locales, pan de queso o empanada.
El tour gastronómico toma todo un día y se recomienda a los turistas programarlo entre semana, por la facilidad en los desplazamientos y en los recorridos en el pueblo. Tiene un costo de 137.000 pesos, que incluye las comidas, el transporte y un seguro de viaje.
Tradición y arquitectura
Durante este tour, también se recorren los otros tesoros que ofrece el pequeño pueblo de cerca de 193 kilómetros cuadrados y que parece quedarse pequeño ante la imponencia de su catedral de la Virgen de las Mercedes. Alrededor de ella se extienden las calles, muchas aún empedradas, y las fachadas de colores que hacen de Jericó uno de los lugares de la red de Pueblos Patrimonio del país.
Allí la temperatura promedio no supera los 19 grados centígrados. Un clima ideal para desarrollar cualquier actividad turística, desde caminatas hasta peregrinaciones a alguno de sus santuarios. Uno de los sitios insignias es el cerro de El Salvador, que se ubica como custodio del municipio y que es para los jericoanos uno de los principales atractivos de su municipio.
La subida se hace desde el pueblo, por la carrera tercera, y pasa por uno de los lugares más tranquilos, el Jardín Botánico Los Balsos, donde la naturaleza y el silencio priman en cada paso.
El jardín se encuentra en la base del cerro y su nombre lo tiene gracias a un viejo árbol de balso, cuyas gruesas raíces indican que lleva por lo menos un siglo de pie.
Desde la cima del cerro, se puede contemplar el silencio del todo el pueblo. Es el lugar perfecto para divisar las puestas de sol tras los cultivos de gulupa que se posan en las montañas del frente, tomar fotografías panorámicas y hasta elevar una cometa, tradición jericoana y que cada agosto celebra sus fiestas.
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Justo al frente del morro de El Salvador, se posa una montaña aún más grande. El cerro Las Nubes, una reserva natural que se convierte en un plan de caminata con sus cerca de 5,5 kilómetros de recorrido en medio de un bosque virgen desde donde se tiene un contacto con la flora y la fauna local, además de una privilegiada vista al valle del río Cauca y a montañas icónicas como el cerro Tusa, el cerro Bravo y el Nevado del Ruiz.
Incluso, la ubicación estratégica de Jericó, en lo más alto de las montañas que rodean la cuenca del imponente río Cauca, lo hacen el sitio propicio para despegar en parapente desde la vereda Puerto Arturo, conocida como el Voladero, a menos de 5 minutos del cerro El Salvador.
Una de las tradiciones culturales del pueblo tiene que ver con la transformación del cuero. La cultura del carriel o guarniel también es nativa en el municipio. Sus talleres siempre se encuentran abiertos para que propios y extranjeros visiten y conozcan este arte de la cultura campesina antioqueña.
En fin, el municipio es una caja de sorpresas para los turistas que quieran conocer una joya arquitectónica, gastronómica, cultural, deportiva y religiosa.
Existen cerca de 500 camas en los hoteles de este municipio. Los precios varían dependiendo de la zona y la temática, si es hotel o finca. En promedio, se pagarán entre 20.000 y 70.000 pesos por noche.
El pueblo saltó a la fama por ser la cuna de la madre Laura, la única santa del país, cuyo santuario se erige en la geografía de su suelo quebrado por montañas que alcanzan hasta los 2.500 metros de altura. Por eso, el turismo de aventura, religión y cultura, se suman al café, al aguacate y a la gulupa, para darle fuerza a la Atenas del Suroeste, como es conocido este municipio ubicado a casi tres horas de la capital antioqueña.
¿Cómo ir a Jericó?
Desde Medellín se puede viajar a Jericó en vehículo particular. El recorrido demorará dos horas y media si se hace por la vía a Bolombolo. De hacerlo por La Pintada, el tiempo se incrementará en por lo menos una hora de recorrido.
Cualquiera que sea su ruta preferida, deberá pagar un peaje de 6.300 pesos. El viaje se puede realizar también en servicio público. Desde la Terminal del Sur de Medellín el costo es de 24.000 pesos por trayecto
DAVID FONSECA ARIA
davfon@eltiempo.com
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